viernes, 24 de junio de 2011

Darío y Maxi presentes, ahora y siempre

El 2001 fue un año en el que todo pasó. La economía del país cayó en un pozo sin fondo, que tardó varios años en remontar; los argentinos huían hacia otros países buscando un lugar mejor, los presidentes cambiaban cada minuto y la impunidad se respiraba a los largo de toda la República. Manifestaciones, represión, violencia y miedo eran sinónimos de la palabra Argentina.
                Pero un hecho puntual del que mucho se habla y poco se sabe es el de la Masacre de Avellaneda. El 26 de junio de 2002 el gobierno nacional, liderado por Eduardo Duhalde, ordenó la represión de una manifestación de grupos piqueteros. Pero se le fue de las manos porque fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense los jóvenes activistas Maximiliano Kosteki y Darío Santillán pertenecientes al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Guernica y el MTD Lanús, respectivamente, nucleados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón. Reclamaban lo justo, lo que les correspondía, en esos días no era sorpresa que una calle este cortada o escuchar cacerolas golpear. Las principales organizaciones de desocupados del país se plantearon desarrollar la primera jornada de presión para conseguir un aumento general del salario y una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los subsidios para los desocupados; más alimentos para los comedores populares; y en solidaridad con la fábrica ceramista Zanón ante el peligro de ser desalojada.


El 17 de mayo de 2005 comenzó el juicio en el Tribunal Oral Nº7 de Lomas de Zamora, donde siete policías fueron condenados, entre ellos el comisario inspector Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, que fueron condenados a cadena perpetua. Sin embargo ninguno de los responsables políticos recibió condenas. Además de los piqueteros asesinados, hubo 34 personas comprobadas heridas con balas de plomo.
                Sin lugar a dudas la masacre fue un golpe muy duro para todos los argentinos. Pero hubo un condimento que ensució más la historia, los medios de comunicación que ocultaron, mintieron y opacaron el derecho a la información. Una secuencia fotográfica muestra el instante anterior y posterior en que uno de ellos recibe un disparo por la espalda. Los grandes medios de comunicación contaban con ese material, pero hubo que esperar dos días para que publicaran la secuencia fotográfica. 48 horas de desinformación en la cual los principales medios, junto con la policía y el gobierno, intentaron adjudicarles las muertes a los propios piqueteros. 

¿Qué sucedió realmente ese 26 de junio de 2002 en el corte del Puente Pueyrredón? ¿Cómo funcionaron las redacciones de los principales diarios del país? ¿Por qué los medios de comunicación no publicaron la secuencia fotográfica luego de la represión? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de los periodistas?  El Film “ La Crisis causó dos nuevas muertes” reconstruye y analiza los hechos ocurridos en la Masacre de Avellaneda, las maniobras políticas del gobierno y la manipulación de la información por parte de los grandes medios de comunicación.
La historia argentina está marcada por hechos de dolor y violencia, de miedo y preguntas sin respuesta. Desde los 30 mil desparecidos que dejó la dictadura militar, la desaparición con vida de Julio López y Luciano Arruga, la injustificable muerte de Kosteki y Santillán son hechos, entre tantos otros, que debemos conservar en la memoria, reclamar justicia y NUNCA MÁS.

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